La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner afirma que existen diferentes tipos de inteligencias importantes que las escuelas deberían enseñar de manera equitativa. Es por eso que, por ejemplo, la inteligencia musical o la cinético-corporal deberían tener la misma importancia en las clases que la inteligencia lingüística. La realidad sin embargo es otra. Actualmente, en la mayoría de las escuelas solo existe un único método de aprendizaje basado en las capacidades lingüísticas y lógico-matemáticas.
La inteligencia no es innata ni inamovible ya que puede desarrollarse por medio de la estimulación, especialmente durante los primeros seis años de vida, momento en que el cerebro retiene con más facilidad la información. Y en ello juegan un importante papel los maestros.
Estas son algunas de las recomendaciones de Gardner:
- Nuestra misión comienza desde el primer día de clase. El maestro debe saber lo máximo posible de sus alumnos. Esto es más fácil en grupos pequeños. Pero también se debe aplicar aunque la clase sea grande, para lo cual nos pueden ayudar las TIC.
- Para identificar las inteligencias de nuestros alumnos podemos organizar excursiones didácticas, cómo por ejemplo una visita a un museo, para observar como se desenvuelven fuera de clase. Otra manera de identificar sus fortalezas es pasar cuestionarios, tanto a los alumnos como a sus padres y a sus antiguos profesores. Al comparar los tres cuestionarios veremos en qué fortalezas y debilidades coinciden.
- También es muy importante decidir qué temario es imprescindible que los alumnos aprendan y enseñarlo de formas distintas, de esta manera conseguiremos que un mayor número de estudiantes retengan la información, ya que cada individuo recuerda los conceptos de maneras diferentes. No obstante, no debemos confundir la forma en la que se enseña con el tipo de inteligencia que queramos fomentar. Que enseñemos el abecedario cantando no significa que estemos desarrollando la inteligencia musical de los alumnos, esta inteligencia implicaría centrarse en la interpretación del texto.
- Otro error que podríamos llegar a cometer sería estar encima de alumnos que no lo necesitan. Muchos alumnos son flexibles y pueden aprender de muchas maneras sin demasiada ayuda. Invitar a otros profesores a la clase o que los estudiantes más aplicados enseñen sus proyectos podría llegar a ser muy útil para reforzar la inteligencia pedagógica de alumnos que verdaderamente necesiten un refuerzo.
¿Conocíais la teoría de las inteligencias múltiples? ¿Qué opináis de ella?
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