Coral Regí es directora de la Escuela Virolai, un centro educativo pionero y referente en nuevas metodologías educativas, del cual hace 30 años que forma parte. Su experiencia ha servido de ejemplo a otros centros y profesionales. Por ese motivo, y para entender la escuela del futuro, hemos hablado con ella.
Hace años os planteasteis un cambio educativo en vuestra escuela, ¿cómo fue ese proceso? ¿Cuál era vuestro punto de partida? ¿Y vuestros objetivos?
El cambio educativo que ha vivido nuestra escuela lo iniciamos en 2004, fruto de la constatación de que estábamos ante un cambio de paradigma social que obligaba a muchos profesionales, por la situación de crisis y reestructuraciones en empresas, a reinventarse. Entendimos que la escuela tenía que preparar a los jóvenes para que fueran las personas que el futuro les exigiría: personas con valores, que entendieran que el aprendizaje es continuo y que deberían tener herramientas para desarrollar esta actitud inquieta y de adaptación al entorno cambiante. Pero a su vez, se debe saber gozar de este aprendizaje constante.
Otra exigencia que surgía del nuevo contexto era la capacidad de esfuerzo y superación personal por uno mismo, porque ya no hay una figura de “jefe” sino que necesitamos formar a personas autónomas, organizadas, porque el trabajo actual es de equipo y cada uno debe autogestionarse su carrera profesional. Y, por último, necesitamos dotar a los alumnos y futuros profesionales de habilidades comunicativas, que son la base para poder defender sus ideas, sus proyectos, debatirlos…
¿Os encontrasteis con dificultades? ¿Cuáles fueron las principales y cómo las solventasteis?
El cambio llegaba cuando todavía no se hablaba de un nuevo enfoque, no había precedentes con los que compararse o resultados avalados. Y cuando te lanzas a una piscina, tienes que confiar en tus creencias y sobre todo, medir resultados para evaluar si los cambios dan los resultados esperados.
Suponía saltarse pautas definidas por el entorno educativo y no es fácil. Inicialmente, teníamos que intentar compaginar lo oficial con nuestra metodología y hasta que tuvimos resultados que la avalaban, no pudimos ser transparentes en lo que reportábamos a los organismos de educación.
Por otra parte, tienes que dar mucha información a las familias para que confíen en los cambios que aplicamos. De nuevo, con resultados, podíamos reforzar la confianza que nos daban los padres de los alumnos.
Por último, un cambio así empieza por el convencimiento de los docentes y no todos se adaptan tan fácilmente o rápidamente a un nuevo entorno y a una nueva metodología. Por edad, por creencias, por hábito o por carácter, hay algunos más reacios que otros a cambiar lo tradicional o lo que marca la norma.
¿Cómo han vivido los profesores este cambio? ¿Cuál es su papel en vuestro modelo educativo?
En general, cada uno a su ritmo, los profesores encajaron bien en la nueva visión de la escuela. Lo vivían con una mezcla de esperanza e ilusión y se implicaron mucho.
Esta nueva metodología exige más compromiso por parte del maestro pero también te da un mejor retorno.
Cuando se contratan a nuevos profesores, ya se buscan perfiles que encajen con los que necesita la nueva escuela: vocación y una actitud de monitor de “esplai”, monitor de ocio y tiempo libre, una persona abierta, que hace un “acompañamiento” al alumno.
¿Cómo es vuestro sistema de tutorías? ¿En qué consiste el plan personal de los alumnos y qué beneficios tiene para ellos?
El sistema de tutorías es clave. Se hace un plan personal con cada alumno, que incluye 9 entrevistas alumno-profesor cada año en todas las edades. Se fomenta el autoconocimiento. Cada niño se fija sus propios objetivos y en las entrevistas se revisan, se valoran con los profesores, el tutor y los padres. Se hace una coavaluación. Y es esencial hacer una avaluación intermedia, no al final cuando ya no estás a tiempo a corregir. La avaluación es formativa, de progresión (en base a cada perfil y su avance particular), global (se tienen en cuenta aspectos muy diversos) y competencial.
¿Cómo se consigue preparar a los niños para un futuro incierto y cambiante?
El futuro exige personas flexibles y con una fortaleza interior porque cada uno deberá afrontar su evolución y dirigir su carrera. La clave es la autosuperación. No tendrán que hacer lo que un jefe les diga, sino que su trabajo será el que cada uno se autoexija y según sus convicciones.
Hay que fomentar la perseverancia y la colaboración. Es clave entender que cada error es una oportunidad de aprender algo nuevo. Se debe saber detectar el motivo por el que se ha fallado y saberlo corregir. Se debe trabajar sobre el error para aprender de él.
Debemos preparar a niños que no se rindan fácilmente. Que sean creativos y atrevidos, que se lancen. Y si no consiguen lo que quieren, rectificar y seguir intentándolo.
El trabajo que hacen, por equipos, con exposiciones al resto de compañeros, a profesores, a padres… o actividades como las jornadas de oratoria, ya les exige desarrollar estas dotes creativas y comunicativas tan necesarias.
¿Cómo miden los resultados en la Escuela Virolai?
Es fundamental medir los resultados para valorar si cada cambio que introduces tiene un efecto positivo y da el resultado esperado.
Aparte de los resultados obtenidos a través de los tests de competencias básicas o los de la selectividad, tenemos muchos indicadores propios para avalar los cambios que introducimos. Algunos de estos indicadores los medimos en estudios que hacemos con universidades, en la evolución de los alumnos en las etapas posteriores a la selectividad. También nos interesa conocer la opinión de los antiguos alumnos a lo largo de su vida profesional, sobre la influencia de la escuela en sus carreras o su desarrollo personal.
Por último, la relación con otras escuelas que pertenecen a la agrupación ESCOLA NOVA 21, nos permite medir y comparar resultados de los cambios que adoptamos.
Hoy, Ensenyament avala nuestra trayectoria, fruto de los resultados que tenemos.
¿Te ha resultado útil este contenido?
Puntúalo con estrellas
Puntuación media 0 / 5. Recuento de votos: 0
Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.