La lectura es una actividad que siempre se ha considerado fundamental en el proceso formativo de los estudiantes, dentro y fuera del aula.
Se anima a la lectura para que los lectores vivan aventuras y desarrollen la imaginación. Habilidades que forman parte de esos conocimientos integrados, cuyos beneficios se manifiestan en edad adulta de manera sutil, como la empatía hacia personas cuya historia y origen han sido distintas a la nuestra.
Un beneficio más directo y que por ello es recomendable seguir con esta afición, se trata de tener el “músculo” de la ortografía bien ejercitado. Leer refuerza nuestra propia ortografía, por el simple hecho de ver a menudo las palabras bien escritas y que ya nos rechinen en el momento en que no sea así.
Es por ello que desde 1967, el 2 de abril (día del nacimiento de Hans Christian Andersen) se celebra el Día Internacional del Libro Infantil con el ánimo de inspirar el amor por los libros y para llamar la atención de la comunidad sobre los libros para niños.
Desde nuestra perspectiva de adultos, ya sea como docentes o referentes de los menores, es positivo que pongamos en valor la importancia de esa lectura temprana, la experiencia que nos aporta. Muchos autores de la literatura universal exponían esas bondades con ejemplos dignos de mención:
El recientemente fallecido Harold Bloom comentaba que la lectura juvenil propicia el crecimiento humano, además de tratarse de una especie de viaje íntimo en el que se ponen a prueba las capacidades personales: “El fortalecimiento de la propia personalidad ya es un proyecto bastante considerable para la mente y el espíritu de cada uno”.
Marcel Proust, por su parte, en su ensayo “Sobre la lectura” observa su relación temprana con los libros y subraya que pone “fuera de toda duda las fascinantes lecturas de la infancia cuyo recuerdo debe ser para cada uno de nosotros una bendición.”
No olvidemos, además, lo importante que es el aspecto experimental en etapas formativas. En la lectura, la experiencia comienza en el momento en que cogemos un libro; la textura del papel, el olor, los diseños que podemos observar en portada, lomo y contraportada, la tipografía, el sonido al pasar la página…
¿Cuál es el libro de tu infancia/juventud del que guardas mejor recuerdo?
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