La educación de un niño no es sólo tarea de los profesores, también lo es de sus padres. A menudo los progenitores tienden a culpabilizar a la escuela de las conductas inadecuadas de los más pequeños, olvidando que muchas de sus características se gestan en las primeras etapas de vida. Los niños que crecen en un hogar donde se respira tranquilidad y respeto resultan más seguros y sanos psíquicamente, y se relacionan de una forma más amable y tranquila con su entorno. Por ello es importante que los padres conozcan la importancia del desarrollo psicosocial.
Está comprobado que la autoconfianza, la autoestima, la seguridad, e incluso las habilidades intelectuales y sociales, tienen sus raíces en las primeras etapas de vida, que transcurren exclusivamente en el seno familiar. Para que los docentes podáis orientar a los padres en este sentido os presentamos un manual creado por Unicef con el mismo propósito.
Y si os interesa realizar algún tipo de actividad para desarrollar la conducta psicosocial en vuestra escuela os presentamos la ONG Homo Prosocius, especializada en fomentar este tipo de conducta.
¿Consideráis que se presta la suficiente atención a la formación de la personalidad?
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