Desde 2006, en Benalmádena se celebra la Feria de las Ciencias Ibn Al-Baytar. El evento, organizado por la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Benalmádena y el Centro del Profesorado de Marbella-Coín, pretende fomentar el estudio de ciencias y la investigación científica entre el alumnado.
Cuenta con el apoyo de la Fundación Descubre, creada en 2010 por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa para la divulgación de la innovación y el conocimiento, que ha reconocido el trabajo de divulgación realizado y ha incluido la feria en la Red de Ferias de la Ciencia de Andalucía.
¿Cómo surgió la idea de celebrar la Feria de las Ciencias Ibn Al-Baytar?
En el CEP Marbella-Coín éramos conscientes de que el interés del alumnado por las ciencias disminuye a medida que avanzan sus estudios. Nos planteamos cómo contribuir a un cambio en esta tendencia buscando formas de mejorar la enseñanza de las ciencias en nuestros centros educativos. Percibíamos que la mayoría del profesorado de ciencias de nuestro ámbito utilizaba una metodología transmisiva focalizada en la enseñanza de los conceptos (resultados científicos más relevantes, datos históricos, etc.). Nos dimos cuenta de que la utilización de este enfoque podría provocar una imagen deformada de la ciencia como un compendio de verdades absolutas y provocar, en última instancia, cierto rechazo y desinterés por parte del alumnado. Pensamos que habría que cambiar dinámicas ya preestablecidas en los centros educativos y reorientar la educación científica.
¿Cómo?
Incidiendo en tres líneas de intervención: enseñanza de contenidos, impregnar al alumnado de una cierta cultura científica e involucrarlo en actividades de divulgación científica.
La segunda y tercera nos acercaban a la actividad científica, a su naturaleza, a sus métodos, a sus relaciones con la sociedad y la tecnología, a la vida cotidiana… Implicar al alumnado en actividades de divulgación científica, en las que ejercen un papel activo proponiendo ideas y dinamizando actividades, podía servir como elemento altamente motivador que reforzaba el aprendizaje realizado en el aula. Consideramos que esta era la mejor manera de conectar escuela y sociedad.
Ahora bien, si decidíamos potenciar este ámbito de trabajo habría que responder previamente a las siguientes preguntas: ¿Qué actividades se podrían promover desde los centros educativos para fomentar la enseñanza-aprendizaje de las ciencias fuera del horario o/y contexto escolar? ¿Qué actividades, lugares… presentes en el medio podría utilizar la escuela para mejorar la enseñanza de las ciencias? ¿Qué personas, organismos, colectivos… podrían participar y facilitar estas interacciones?
¿Cómo dieron respuesta a estas preguntas?
Intentamos darles respuesta a través de nuestro Proyecto de Formación. Desde el año 2005, la dinamización de las ciencias se convirtió en una de sus líneas prioritarias. Este nuevo enfoque de la enseñanza de las ciencias nos hizo ver que tendríamos que incidir en dos frentes: mejorar las prácticas docentes en el ámbito científico-técnico para que se implementara una metodología de investigación en la acción en el aula y el trabajo por competencias del alumnado y, además, mostrar a la ciudadanía la importancia que hoy en día tiene la ciencia para toda la sociedad, utilizando a los centros educativos como agentes transmisores y de cambio.
En este sentido, por un lado, diseñamos actividades con una incidencia directa en el aula que mostraran enfoques metodológicos competenciales que debían implementarse en ella y, por otro lado, participamos en proyectos de divulgación científica en colaboración con ayuntamientos y otros organismos oficiales.
¿Cómo fueron esos inicios?
El camino no fue fácil; en estos años no era habitual que un centro de profesorado se involucrara de manera tan directa en la organización de actividades de divulgación científica. Aunque estábamos convencidos que ésta era la doble vía en la que debíamos seguir trabajando, en ciertos momentos nos asaltaban las dudas.
Pero siguieron adelante…
Para nuestro equipo fue un gran apoyo moral que la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía lanzara, en mayo de 2010, la iniciativa Esfuerzo Educativo de Andalucía (Plan Esfuerza), en la que, entre otras, se reunían como medidas para la mejora del sistema educativo y para asumir los nuevos retos de la sociedad actual, que se organizaran campañas de divulgación científica y se potenciara la visita y participación de escolares en ferias y encuentros de interés científico-tecnológico. Esta iniciativa continuó reforzándose con los programas “Profundiza” y “Andalucía Profundiza.”
Teníamos claro que la participación en eventos de carácter científico no debía ser un hecho puntual, una actividad extraescolar más, descontextualizada, sino que debía ser el colofón que muestra el trabajo desarrollado por nuestro alumnado en la clase.
El verdadero reto que debíamos asumir en los centros educativos era introducir de manera efectiva el método científico en las programaciones de aula. El alumnado debía ser capaz de construir las ideas científicas a través de observaciones, experimentos, análisis y discusiones que, con la adecuada guía o metodología aplicada por el personal docente, debían ser actividades que pudieran realizarse en el aula. Como consecuencia, era esencial que se fomentara la elaboración de proyectos de investigación por parte del alumnado para que este comprobara de primera mano las dificultades que conlleva poner en marcha una investigación, desde la definición de la idea y los objetivos del proyecto hasta el desarrollo de la misma.
Con este objetivo nacieron dos proyectos: Encuentro de Experiencias de Investigación del Alumnado en el Aula y la Feria de las Ciencias Ibn Al-Baytar. Teníamos referencias de certámenes de este tipo que se venían celebrando en Extremadura, País Vasco y Cádiz con gran éxito de participación. Decidimos que era la mejor actividad formativa que podíamos organizar para que se implementara una metodología de investigación en la acción en el aula y el trabajo por competencias del alumnado se convirtiera en una realidad.
¿Cuáles son sus principales objetivos?
Desde el centro de Profesorado Marbella-Coín pretendemos dinamizar la enseñanza de las ciencias y conseguir que, en el marco de nuestra escuela, la experimentación y la investigación lleguen a materializarse. Conscientes de que el aprendizaje científico requiere del desarrollo de estrategias mentales que permitan el acercamiento a la realidad y el posterior análisis crítico de las observaciones realizadas, podemos identificar varios objetivos:
1. Actualizar las competencias profesionales del profesorado en referencia a metodologías activas.
2. Despertar el interés por cuestiones científico-tecnológicas en el alumnado de cualquier etapa educativa.
3. Dar a conocer la figura de Ibn Al-Baytar.
4. Promover el trabajo de investigación en el aula.
5. Contribuir a que el alumnado alcance las competencias clave propuestas en el
actual modelo educativo a partir de la realización de actividades científico- tecnológicas.
6. Involucrar a entidades públicas y privadas en el fomento de la cultura científica.
¿Qué beneficios aporta la feria a los alumnos y alumnas?
La Feria de las Ciencias Ibn Al-Baytar es un espacio donde el alumnado de diferentes cursos, centros de enseñanza y localidades conviven, intercambian experiencias científicas y se convierten, por un día, en divulgadoras y divulgadores de la ciencia. Es una experiencia muy motivadora que transforma los centros educativos y al alumnado en agentes activos que muestran la importancia de la educación científica en la sociedad actual, tanto para la preparación de quienes se dedicarán a la ciencia en el futuro, como por su papel esencial en la formación ciudadana.
¿Cuántos centros participan en la feria? ¿Cuántos alumnos han pasado por ella?
El número de centros que participan en la feria es variable, aunque la media son unos doce o trece. Disponemos de un espacio limitado, lo que condiciona el número de solicitudes que podemos aceptar cada año.
En cada stand tenemos la representación del alumnado de cada centro y turnos de mañana y tarde por lo que el número total anual de alumnado investigador puede alcanzar los 500.
Si tenemos en cuenta que llevamos doce años de recorrido, podríamos afirmar que la feria ha tenido un impacto sobre 7000 estudiantes. Sin contar con los visitantes, que han podido ser alrededor de 25000 personas.
¿Cuáles son los requisitos para participar? ¿En qué consiste la participación del alumnado?
La participación en la feria está dirigida a todos los centros educativos de nuestra zona y está abierta para todos los sectores de la comunidad educativa (alumnado, profesorado, familias, PAS).
Cada centro participante debe remitir su ficha de experiencias a la dirección de correo electrónico de nuestra feria. El alumnado investigador muestra en cada uno de los stands habilitados para tal fin las experiencias realizadas en el aula.
Además, el alumnado puede participar en el concurso anual de carteles. El cartel ganador será el que se empleará en la siguiente convocatoria.
Como consecuencia de la pandemia, y gracias al apoyo que la Fundación Descubre, disponemos de un entorno virtual donde los centros educativos suben vídeos y sus experiencias científicas más destacadas.
¿Qué tipo de trabajos se suelen presentar?
La muestra de trabajos es variada y cada año los centros se superan dando pasos y profundizando en la investigación. Los ejemplos de actividades mostrados durante este curso pueden verse en la web.
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