Marta Fuster es profesora del colegio San Cayetano de Palma donde coordina el Proyecto Emprendedores que se incluye en la asignatura de Economía de la Empresa. Se imparte en 2º de bachillerato y consiste en la creación de empresas por equipos. Este proyecto les ha permitido participar a finales de abril en la Competición Nacional de Miniempresas de la fundación Junior Achievement. Hablamos con ella para saber más sobre el proyecto.
¿Cómo se desarrolla el Proyecto Emprendedores?
A principio de curso creamos los equipos y los alumnos tienen que buscar una idea y transformarla en un producto o servicio. Lo tienen que hacer de una manera real, es decir, deben buscar proveedores, fabricar y vender. A lo largo del curso les enseñamos a escoger una buena idea, aspectos legales, cómo montar una empresa…
¿Cómo montan las empresas?
Hacemos algunas simulaciones, por ejemplo las acciones de la empresa o el banco del colegio, donde pueden pedir préstamos.
Damos a cada acción un valor de 10 euros. Cada miembro del grupo invierte esos 10 euros y además debe buscar un “accionista” externo que también pondrá 10 euros. Por lo tanto, un grupo de 6 personas tendrá un capital inicial de 120 euros. Con ese dinero empiezan a transformar la idea en un producto; compran la materia prima o pagan el primer pedido. Si necesitan más dinero pueden hacer una ampliación de capital buscando más inversores o pidiendo un préstamo al banco del colegio.
Y una vez tienen los productos, los venden…
Sí, en el colegio organizamos una feria y cada empresa tiene un stand para vender sus productos. Además, desde el momento en que el proveedor les entrega el producto lo pueden empezar a vender también por otros canales.
¿Qué hacen con los beneficios?
El proyecto tiene un trasfondo solidario ya que todos los beneficios los donamos a organizaciones sin ánimo de lucro. Los alumnos tienen libertad para elegirlas. Por ejemplo, este año un grupo dio sus beneficios a la Asociación Española Contra el Cáncer ya que la madre de una alumna había pasado por uno.
Este proyecto forma parte de la asignatura de Economía de la Empresa. ¿Qué más hacen en esta asignatura?
Hay una parte conceptual de la asignatura. Pero paralelamente el temario coincide mucho con el proyecto. Por ejemplo, yo les puedo explicar la teoría del marketing, pero luego la tienen que poner en práctica para promocionar sus productos.
¿Qué competencias desarrollan los alumnos con estos proyectos?
Trabajan varias competencias. Por ejemplo la lingüística, ya que deben realizar diversas presentaciones; a la clase, al banco, al proveedor, etc. También hay una presentación final, ya que el proyecto forma parte a su vez de un concurso que tiene su primera fase en el colegio. Por otra parte, también trabajan la competencia matemática, ya que deben hacer muchos cálculos para llevar una empresa.
Y la competencia social, ya que se trata de un trabajo en equipo y deben interactuar entre ellos, además de con proveedores, profesionales, etc.
¿Cuáles son los proyectos que más te han sorprendido?
Por ejemplo, los ganadores de este año hicieron una cerveza de almendra. También recuerdo un grupo de chicas que hicieron una sobrasada con un 20% menos de grasa.
¿Cómo se les ocurrió la idea?
En el caso de la sobrasada, detectaron que había una asociación del producto mallorquín con producto graso y quisieron hacer algo para cambiar esa idea. En cuanto a la cerveza, la idea partió de una clase de geografía. La profesora les explicó que los almendros en Mallorca están algo abandonados por la irrupción en el mercado de la almendra californiana, que es más económica. Pero en cambio, la almendra autóctona es de mayor calidad. Así que le buscaron un nuevo uso que a su vez permitiera mantener los campos y evitar la degradación del paisaje. Lo unieron a la producción de cerveza artesanal, que está en auge. Buscaron un productor e hicieron la cerveza de almendra.
El grupo ganador de este año también participó en la Competición Nacional de Miniempresas de la fundación Junior Achievement. ¿Cómo fue la experiencia?
Se presentaron 900 empresas y eligieron a 20 para la fase final, entre las que estaba la de nuestro colegio. Estuvimos dos días en Madrid. El primer día se hizo una feria donde cada empresa tenía un stand. Nuestros alumnos llevaron las 22 botellas de cerveza de almendra que les quedaban y las vendieron todas en un momento. Al día siguiente hicieron una presentación en un auditorio. Pasaron muchos nervios porque, a pesar de ya haber hecho una presentación en el auditorio del colegio ante 300 persones, allí tuvieron que hacerla delante de personas que no eran sus compañeros ni sus profesores. Es una experiencia de la que aprenden mucho, entre otras cosas, a ver que no son los mejores. A veces, uno cuando gana se cree el mejor del mundo y va bien que vean que hay otra gente muy buena. Hay un intercambio de experiencias muy positivo, incluso entre los profesores, que aprovechamos para intercambiar opiniones y metodologías.
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