¿Qué relación puede haber entre el gateo, algo que un niño aprende en los primeros meses de vida y que pronto deja de practicar, y la lectoescritura, que aprende años más tarde?
Al parecer, el gateo contralateral permite establecer conexiones entre los dos hemisferios del cerebro, ya que es necesario sincronizar los movimientos del cuerpo para hacerlo (alternar el movimiento de brazos y piernas). De esta forma aprende a realizar movimientos simultáneos, lo cual le ayudará a escribir más adelante.
Gatear también es una forma de mejorar la psicomotricidad y fortalecer brazos y manos. Además, coincide con el momento en el que el bebé empieza a usar sus dedos para coger cosas. Esto se conoce como agarre de pinza y es básico en la escritura. A partir de la motricidad fina llegarán a desarrollar la grafomotricidad.
Por otra parte, el gateo también ayuda a desarrollar la coordinación del ojo con la mano, cuya distancia es similar a la que dejamos cuando leemos o escribimos
Otras habilidades que se desarrollan gateando son la de mantener el equilibrio y tomar más conciencia del espacio y la profundidad.
Por todo ello, se recomienda que, en la medida de lo posible, los bebés experimenten el gateo, ya que les facilitará otras etapas de su aprendizaje.
¿Habíais oído hablar de esta relación?
¿Te ha resultado útil este contenido?
Puntúalo con estrellas
Puntuación media 0 / 5. Recuento de votos: 0
Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.