Muchos de los casos de fracaso escolar esconden en realidad una falta de método que funcione. Igual que no hay dos nueces iguales, no hay dos personas iguales. Seguro que existe algún método de organizar el estudio que funciona para cada uno de tus alumnos/as (y si no, al menos lo has intentado).
Definir metas SMART:
- En lugar de establecer metas generales del tipo “resumir el contenido de la Unidad Temática en esquemas”, invita a tus alumnos a establecer metas SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo de tiempo), como por ejemplo realizar un esquema de cada tema que resuma todo el contenido en una sola hoja, teniendo la entrega del mismo la semana siguiente a haberlo terminado de explicar en clase.
Herramientas de Planificación:
- Enséñales a utilizar agendas o aplicaciones para mantener un registro de sus actividades académicas y fechas de entrega (o de sus planes al salir de clase y actividades extraescolares, para que reflejen toda su vida y le encuentren el gusto a ser organizados). Algunos/as tendrán una predisposición natural a ser organizados y ya verás que traen colorines, carpetas y cuadernos diferentes, y otros tienen todas las hojas metidas entre páginas de libros y en la taquilla. También puedes probar a sentar juntos ambos perfiles en el aula, dicen que todo se pega menos la hermosura.
Matriz de Eisenhower:
- No es lo mismo importante que prioritario ni urgente, pero seguro que a veces has comprobado que cuando les mandas distintas tareas o textos para estudiar, solo les surge la pregunta de “¿esto es para mañana?” o la clásica “¿esto entra en el examen?”. Esta matriz es una herramienta para priorizar tareas según su urgencia e importancia. Enseñar esta técnica a tus alumnos les permitirá gestionar mejor su estudio y enfocarse en lo más relevante por sí mismos, que es la idea de ser su profesor: que cuando tú les dejes seguir con su camino, hayan aprendido y ya no te necesiten tanto. Esta estrategia evitará el agobio y la sensación de estar siempre ocupados, permitiéndoles concentrarse en lo que realmente importa.
Descansos Estratégicos:
- Es tan importante concentrarse en memorizar y entender como en descansar, para que se asiente toda la información y se consolide en la masa gris. Enséñales a programar pequeñas siestas de aprendizaje durante el día. Un breve descanso después del estudio intensivo les ayudará a consolidar la información y mantener la concentración.
Visualización Positiva:
- Esta estrategia fortalecerá su motivación y aumentará su confianza. Antes de comenzar su sesión de estudio, invítalos a cerrar los ojos por unos minutos e imaginar que están haciendo el examen, respondiendo tranquilos a todas las preguntas y rellenando todo el examen. Que visualicen cómo se sienten, qué están haciendo y cómo están logrando sus metas académicas. Esta práctica preparará sus mentes y aumentará su motivación para estudiar, aunque sea en algunas tardes.
¡Convierte a tus alumnos en expertos del estudio eficiente con estas tácticas!
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