Por la ciberaula de la tercera planta del Hospital Josep Trueta de Girona, donde está Pediatría, pasan cada año una media de más de 400 niños. Allí la profesora Pilar Lahoz tiene actividades preparadas para seguir trabajando en su educación mientras están ingresados. Un buen día llegó al aula Natàlia Arisa, una estudiante de Medicina que traía un original proyecto de musicoterapia. Actualmente Natàlia tiene 24 años, ha acabado la carrera de Medicina y está decidida a seguir los dictados de su pasión por la música. Hablamos con ella para saber más sobre esta iniciativa.

¿Qué te motivó a hacer esta actividad?
Hacía 3º de Medicina y en una clase nos pidieron tratamientos no farmacológicos. Pensé en la musicoterapia. Lo que quiero para mí lo quiero para todo el mundo y la música es algo que quiero para mí y para todos. Hice un proyecto y lo compartí con el neurólogo Lluis Ramió, del hospital Josep Trueta, quien me dijo que se lo presentara al jefe de Pediatría, el doctor Lluis Mayol. Le gustó mucho y me dijo que podía empezar cuando quisiera. Desde entonces vengo cada semana.

¿Cuanto hace de eso?
Algo más de tres años.

¿En qué consiste exactamente lo que haces?
Cada día es diferente, hay niños diferentes…no sabes lo que vas a encontrar. Es bonito, porque de todos se aprende.
Sacamos el teclado y los instrumentos de percusión del armario y empezamos a tocar, lo que salga.

Pero tú les guiarás un poco…
Sí. Por ejemplo, a veces empiezo a tocar y simplemente les pido que cierren los ojos y escuchen. Luego comentamos sus sensaciones; uno dice que le ha recordado un día de playa, otro a cuando fue a la montaña con sus padres… Esto sería musicoterapia pasiva.

¿Y la activa?
Es cuando ellos participan con los instrumentos, se meten en el papel de director de orquestra y tocamos juntos la Marcha Turca de Mozart o la Marcha Radetzky de Strauss.

Entiendo que habías estudiado música…
Sí, a los 7 años empecé a estudiar piano. Además de a tocar, mi profesora me enseñó el gusto por la música. Recuerdo mucho su disciplina y su constancia. Dejé las clases con 16 años porque quería estudiar Medicina. Pero no llegué a dejarlo del todo porque empecé a dar clases de piano.

¿Has decidido ya tu especialidad? ¿Quizás Pediatría?
Mucha gente me lo dice, pero a mí lo que realmente me gusta, a parte de los niños, es la música. De hecho me gustaría hacer un máster de musicoterapia.

¿Aparcas la medicina entonces?
Para mí la música es la medicina del alma.

¡No te falta razón!

El día que nos reunimos con Natàlia vino acompañada de Mireia Zamora, otra joven con la que comparte la pasión por la música. Mireia ha estudiado Magisterio Infantil y es la autora e intérprete de la canción “Petits Valents” (Pequeños valientes). La hizo para colaborar con una campaña de crowdfunding del Hospital Materno Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona.

Aquí podéis escuchar a Mireia cantándola, acompañada por Natàlia al teclado: