El 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Solidaridad. Es un valor que va mucho más allá de las competencias escolares, pero también conviene trabajarlo en el colegio.
Estas son algunas ideas:
– Colaborar en alguna campaña solidaria. Por ejemplo, se puede hacer recogida de alimentos para donarlos a entidades que se encargan de repartirlos entre los más desfavorecidos. Se informa a los alumnos de la campaña, en qué consiste, por qué se hace, de la importancia de ayudar a los que lo pasan mal y se anima a los alumnos que se lo puedan permitir a hacer su aportación.
– En la línea de involucrarse en las iniciativas solidarias de la sociedad, conocer casos reales y hacerles reflexionar, también podemos analizar algunas noticias de actualidad. Podemos seleccionar noticias en positivo (campañas solidarias, sucesos en los que ha destacado una actitud solidaria…), aunque también podemos comentar otras no tan positivas (noticias sobre pobreza, desatención…).
– También podemos dedicar alguna clase a ver algunas películas cuya temática principal es la solidaridad. Por ejemplo “Up”, en la que un niño se ofrece a ayudar a un hombre mayor con el que acabará viviendo una gran aventura. La relación entre ambos y con los animales que se encontrarán en su camino muestran la importancia de la solidaridad y del trabajo en equipo. Algo similar podríamos decir de “Buscando a Nemo”, donde el protagonista cuenta con unos compañeros que le ayudan a superar los peligros que se encuentra en su periplo para reencontrarse con su padre. Tras ver estas películas se puede abrir un pequeño debate y comentar qué les ha parecido la película, qué conclusión extraen, etc. Solo son un par de ejemplos, pero hay muchísimas otras que pueden servir para intentar inculcar este valor a los más pequeños.
– Otra opción similar es contar cuentos o poner como tarea que lean un libro cuyo argumento gire en torno a la solidaridad. Desde el clásico “Blancanieves y los siete enanitos”, donde una joven en dificultades es acogida por unos enanos, a otros cuentos más modernos que podemos encontrar fácilmente en la red o incluso inventarnos alguna historia.
– Dinámicas para trabajar la empatía. Enseñar a los niños a ponerse en el lugar de la otra persona les ayudará a ser más comprensivos y a mejorar sus manifestaciones ante los demás. Se puede trabajar de muchas maneras y debe hacerse continuamente, con el ejemplo y con reflexiones que pueden generarse con en el día a día. Por ejemplo, cuando un niño insulta a otro, hacerle pensar en como le sientan a él los insultos y hacerle ver que al niño al que él ha insultado también le sientan mal.
Hay actividades más específicas como realizar ejercicios sin contar con alguno de los sentidos o con las extremidades para que se pongan en el lugar de las personas discapacitadas (andar con los ojos vendados, moverse en silla de ruedas, etc.)
En cualquier caso, debemos provocar en ellos una reflexión para que se pongan en el lugar de los demás y lejos de causar algún sufrimiento ayuden en la medida de sus posibilidades a mitigarlo si este existe.
– Charlas de ONG. Podemos invitar a responsables de alguna ONG a que expliquen su experiencia en clase. Así los niños conocerán cómo trabajan estas organizaciones sin ánimo de lucro y qué sienten las personas que se dedican a ayudar a los demás desinteresadamente.
Estas son solo algunas ideas. Pero por encima de todo hay que dar ejemplo.
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1 comentario
Excelente! Información precisa y muy útil