En pocos días cambiaremos de estación y dejaremos atrás el verano para dar paso al otoño. Es un buen momento para hablar con los niños sobre ellas, su razón de ser, qué caracteriza a cada una, etc. Los cambios de estación nos permiten enseñar muchos conceptos tan solo con hacer que los niños observen lo que pasa a su alrededor.
Para trabajarlos en el aula os proponemos la siguiente actividad:
– Anotar la hora de la salida y la puesta del sol y la temperatura máxima y mínima de algunos días. Sugerimos hacerlo una vez a la semana o al mes según la edad de los alumnos. En un cuadro que colgaremos en alguna de las paredes del aula para que todos puedan consultarlo iremos anotando cada día la hora a la que sale y se pone el sol y las temperaturas de cada día. Podemos hacerlo durante todo el curso o en períodos más reducidos de cada estación, siempre y cuando sean lo suficientemente extensos para comprobar las variaciones que se producen. Es especialmente recomendable hacerlo en primavera o en otoño, puesto que se puede observar mejor la transición entre los extremos representados por invierno y verano.
La variación en las horas de sol y las temperaturas es algo que los niños ya experimentan en su día a día, pero el hecho de anotarlo colectivamente en clase y tener un registro nos dará pie a ir explicando por qué pasa esto y a que sean más conscientes de las diferencias entre estaciones.
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