Metaverso. Una palabra que está cogiendo mucho protagonismo en los últimos tiempos y hasta fue seleccionada por la FundéuRAE como candidata a palabra del año 2021. El metaverso se define como un mundo virtual, un paso más allá de internet hacia experiencias inmersivas y sensoriales. Aunque aún queda mucho por hacer, cada vez es mayor el interés por este mundo virtual y muchas empresas tecnológicas apuestan por él, entre ellas Facebook (ahora llamada Meta).
Ya hemos visto pinceladas de lo que podría ser el metaverso. Por ejemplo, en Second Life (una comunidad virtual lanzada en 2003), los usuarios, mediante su avatar, pueden relacionarse con sus amigos o conocidos, además de encontrar otras personas con sus mismas aficiones. También permite participar en diferentes actividades e incluso crear objetos para intercambiarlos o venderlos.
Otro ejemplo son las diversas aplicaciones que ya existen para vivir experiencias mediante las gafas de realidad virtual.
¿Cómo se relaciona la educación con el metaverso?
Como hemos comentado al inicio, el metaverso es un mundo virtual, y aspira a incluir todo lo que podemos encontrar en el mundo real (e incluso más). Aunque seguramente quedan años para que eso ocurra.
En cuanto a la educación, podría recrear aulas e integrar muchas de las aplicaciones que ya se usan hoy en día. Las clases online se desarrollarían con avatares, dentro de un espacio diseñado a imagen de un aula real. También sería posible crear experiencias de aprendizaje, como por ejemplo experimentos de laboratorio o estudiar la historia en escenarios que recreen los de verdad.
De momento, es difícil definir cómo será el metaverso, si habrá uno varios, y cómo será la educación en él. Pero hay muchas voces que señalan que por más funcionalidades que incorpore ese mundo virtual, será imprescindible seguir manteniendo el contacto físico.
