Llega septiembre y con él la vuelta al cole; momento de volver a empezar, de planificar y también de nervios ante un nuevo reto.
Sí, sabemos que los alumnos no son los únicos que se van a dormir con un cosquilleo en la barriga la noche anterior al inicio de curso. Si a ti también te ocurre y te cuesta pegar ojo, puedes aplicar algunos sencillos trucos que te ayudarán a conciliar el sueño y a despertarte con la energía necesaria para afrontar el primer día de clase; haz algo de deporte durante el día, cena ligero, desconecta de los dispositivos electrónicos un par de horas antes de acostarte, ponte música relajante y concéntrate en hacer algunas respiraciones lentas y profundas. Pero sobre todo, repítete que “todo va a salir bien”.
Piensa que es una oportunidad para romper con la rutina y crecer. El inicio de curso llega con cambios; una clase diferente, nuevos alumnos… ¡O hasta un nuevo colegio! Sea cuál sea tu situación valórala como la ocasión de sumar experiencias y aprender.
Organízate. Así como tus alumnos empiezan el curso con nueva agenda, tu también necesitas disponer del material adecuado para organizarte las clases. Por ejemplo, el Cuaderno del Profesor de Oxford, con hojas para evaluaciones y lista de alumnos, o el Teacher’s Book, que incluye todo lo necesario para organizar las clases, desde agenda, a cuadernillo de ausencias y retrasos, hojas de evaluaciones y tutorías, etc. Prepara con tiempo todo el material que necesites para el curso.
Primer día de clase
Hay muchos factores que influyen a la hora de enfocar las actividades del primer día de clase, por ejemplo, la edad de los alumnos. Pero hay algunos aspectos comunes sea cuál sea la situación, que el primer día de clase debe cumplir.
- Si los alumnos no se conocen entre ellos deberemos hacer una ronda de presentación. Esto suele ocurrir en los primeros cursos de cada ciclo, dependiendo de la oferta de cada centro. Eso sí, debemos empezar por presentarnos nosotros mismos. Lo mejor es hacerlo de alguna forma original y lúdica, que ayude a crear un buen clima en clase. Por ejemplo, podemos apuntar en la pizarra algunas palabras que nos definan (una ciudad, un color, una afición… Solo una palabra). Los alumnos deberán decir a qué corresponde cada una. Luego será su turno. También es un buen día para trabajar las emociones, hacer que nos expliquen cómo se sienten ante la vuelta al cole, cómo les ha ido el verano, etc. Podríamos hacerlo con un código de colores; por ejemplo, damos a cada alumno una cartulina de color verde, otra roja y otra naranja. Lanzamos la pregunta y ellos deben levantar una cartulina u otra en función de su respuesta. Por ejemplo, ante la pregunta “¿Cómo ha ido el verano?” pueden levantar la verde para decir que ha ido muy bien, la naranja si ha sido regular y la roja si consideran que ha sido malo. Luego podemos animarles a que expliquen por qué lo han calificado de una forma u otra (de forma voluntaria).
- Explicar cómo será el curso, líneas generales de lo que se va a hacer y de lo que se espera de los alumnos, siempre con un discurso motivador. Si los alumnos ya saben escribir, podemos proponerles que en un papel apunten sus objetivos para el curso o cómo se ven al acabarlo y animarles a guardar ese papel todo el curso para comprobar al final si lo han cumplido.
¿Y vosotros, cómo enfocáis el inicio de un nuevo curso?
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